miércoles, 12 de agosto de 2015

CUEVA DE ARIBE O ALDASATXEA

                                                   

                        CUANDO LO SOBRIO SE VUELVE ELEGANTE



Esta cueva siempre me había resultado interesante para los peques, pero no acababa de animarme por  la entrada, pero al final decidimos hacerla. La cueva se encuentra en un cortado,  y se accede por un pequeño  y un tanto roto muro vertical al que sigue una pequeña cuesta.






Lo de subir con cuerdas, aunque sea para llegar, siempre es interesante para los niños y también, muchas veces, para los adultos, al menos para algunos.

Subo por la cuerda que suele haber en el muro y lo refuerzo con otra cuerda y con unos estribos. Vamos asegurando a los niños (y a algún adulto) y poco a poco todos arriba,  en la boca de entrada, la cual es un fabuloso mirador natural.







La boca es grande y tiene dos posibles entradas, así que entraremos por una y saldremos por la otra, a modo de pequeña travesía.
Los peques ya llevan un poco salseando por los distintos recovecos, así que, para dentro.






Y seguimos con la “marcha”, gatera descendente opcional  (que  como no, hacemos sin dudar…) , que nos deja en un pequeño balcón.

 Vuelta y nos encontramos en una bonita cornisa sobre una pequeña sima, no es difícil pero hay que pasarla con cuidado, y con un par de adultos, protegiendo. Salseamos por unos agujeros altos y paso estrecho en tobogán hasta la otra galería. Aquí gatera opcional, bastante estrecha. Los niños sin problemas, los adultos son otro cantar: se oyeron muchos resoplos y varios juramentos que no me atrevo a repetir, pero todos pasamos, finalmente, como debe ser.









Y el esfuerzo tuvo su recompensa, nos dejo en lala galería más bonita con numerosas estalactitas y bonitas formas y colores. 


















Después vuelta a resoplar, eso sí, con buen humor y seguimos por la galería hasta un paso que nos deja  en la sima que habíamos pasado antes.


Muchos murciélagos. Seguimos jugando por varios recodos y al poco estamos sobre la otra boca, pero aún nos queda el rappel de bajada, que no es poco. Y,  que resulta una buena manera de acabar esta bonita cueva.














 La cueva tiene, que yo sepa y haya visto, cinco pisos. Es decir, que nosotros solo visitamos una pequeña parte, quedándonos  pendiente la visita al segundo piso. Así que ya tenemos excusa para volver, aunque como señalaban los amigos, no hace falta ni excusa, ya que es una cueva sorprendente.



























                                  Como decían los peques, una cueva  muy “guay”. 



3 comentarios:

  1. Buena cantera estais creando, la divulgacion y el respeto al medio subterraneo a esas edades es primordial. Ojala todos los adultos se comportasen igual.
    G.E. OTXOLA E.T.

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  2. Si eso, intentamos y que disfruten con el medio, que es primordial. Lo de la educación siempre lo hemos defendido como base, y es lo que intentamos inculcar, espero lo vayamos consiguiendo. En cuanto los adultos, yo creo que en general en tos últimos años ha mejorado mucho el tema, pero queda por hacer. Lo malo es cuando toca a alguno que la lía y suele ser de manera irreversible.

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  3. Me gusta mucho vuestras iniciativas. Estoy al tanto y me guardo muchas de vuestras salidas. Un abrazo

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